El restaurante toma el nombre de Sylvia Petronella van der Moer, una periodista holandesa que en el año 1949 decidió subirse a un autobús que la llevaría desde Rovaniemi hasta Ivalo. Una decisión que tomó tras llegar a sus oídos noticias sobre la que fue la segunda fiebre del oro de la zona. Petronella convivió mucho tiempo con buscadores de oro y llegó a fraguar una gran amistad con muchos de ellos. Al cabo del tiempo desapareció sin dejar rastro, en una rocambolesca historia en la que se la acusaba de espía.
El restaurante Petronella ha estado en Saariselkä durante los últimos 20 años. El restaurante fue siempre uno de los sitios de referencia culinaria en la zona, con un ambiente super clásico que parecía fuera de lugar, perdido en Laponia.
Los últimos 6 años ha estado en manos de Virpi y Antti Hietanen, y ellos son los que han decidido cambiar el look del restaurante.
El nuevo Petronella cuenta con una gran sala mucho más espaciosa, objetivo logrado tras eliminar el muro que separaba el salón principal y el privado. Además, han eliminado el saloncito inglés de fumadores y la cava de puros (lo que tiene mucho que ver con las restricciones del tabaco en locales de restauración en Finlandia). Este último se ha reconvertido en escenario, ideal para una espectáculo musical tradicional, pequeñas representaciones o discursos de bienvenida o despedida en grupos de incentivos.
Cuenta además ahora con una barra en la sala del restaurante frente a la puerta de entrada, con lo que las camareras (siempre son camareras… al menos siempre que he ido a cenar allí) estarán siempre al tanto para recibir y despedir a los clientes.
El ambiente del nuevo Petronella es mucho más lappi, mucho más lapón. En su construcción se utilizan colores naturales, madera y piedra. La decoración es finlandesa a más no poder, y para ella se ha recurrido a una vajilla, cubertería, cristalería y lámparas de Pentti, una casa de diseño finlandés de renombre.
La comida es lo único que no ha cambiado. Combinan la cocina tradicional finlandesa con toques de cocina de internacional de forma maestra. De ello dan fe grupos de incentivos que repiten cada año sin dejar pasar la oportunidad de cenar en este restaurante. Este año les espera el mismo chef, aunque el escenario haya cambiado ligeramente. En la cena de ayer disfrutamos de una gran variedad de arenques, huevas, blinis, chorizo y lengua de reno, salmón ahumado de diferentes formas, marinado… En fin, todo riquísimo.
La verdad que echaré de menos el antiguo restaurante. Le tenía algo de cariño y me gustaba la forma en la que su cursilería desentonaba con su situación geográfica, en el corazón más salvaje de Laponia. Pero es resultado de la reforma es bueno también, y abre el restaurante a todos los públicos, incluidos los grupos de vacacional. Se me antoja perfecto para los grupos de Travelkids, que podrán utilizar el escenario para sus actuaciones con los niños.
Desde el Blog de Finlandia, le deseamos todo lo mejor a Virpi y a Antti y esperamos que sigan siempre ofreciendo el mismo nivel de servicio al que nos tienen acostumbrados.
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