Un auténtico tesoro para algunos en el fondo del mar Báltico en forma de botellas de champán. Eso es lo que han encontrado un equipo de buceadores suecos en las islas de Åland (una zona autónoma de Finlandia) cuando realizaban una exploración por la zona.
El equipo, con el buzo Christian Ekstrom a la cabeza, descubrió los restos de un barco naufragado que llevaba en su interior un tesoro muy especial: treinta botellas de champán que pueden llegar a venderse a precio de oro, como si de lingotes se tratase.
Al exquisito gusto que se los buceadores que probaron este champan le atribuyen, hay que sumarle un dato mucho más importante, se trata del champán más antiguo conservado y bebible hasta el momento (algo tendrá que ver el frío del báltico en esta perfecta conservación, claro). Por lo tanto se trata de un hallazgo que puede llegar a traer cola hasta que las autoridades determinen la propiedad del mismo.
De momento también queda por determinar la época exacta de fabricación del champán pero mediante un estudio previo determinado por el estudio de las botellas se ha determinado que el champán seguramente datará de finales del siglo XVIII.
De momento este hallazgo ya ha sido enviado a una serie de especialistas franceses en champán para su análisis exhaustivo aunque Ekstrom, uno de los descubridores y primeros en atreverse a probar el caldo, ya ha dado sus primeras impresiones sobre la época de la que data. «Estamos al 98% seguros de que es Veuve Clicquot y probablemente de entre 1772 (año de fundación de la veterana casa de Champaña) y 1785″, ha afirmado ante la prensa.
Si esto acaba demostrándose, este champán pasará a contar con la denominación del champán más antiguo del mundo, que hasta ahora es propiedad de dos botellas del año 1825 que conserva la casa Perrier-Jouët. Si las nuevas botellas se consideran las más antiguas, su precio podría subir hasta 48.184 euros por botella.