El rompehielos Sampo es un buque magnifico, un rompehielos que nos lleva a través del hielo del mar Báltico a vivir una experiencia inolvidable, gozando de unas vistas impresionantes mientras vemos como el Sampo se abre camino rompiendo el hielo con facilidad.
El crucero que ofrece el rompehielos Sampo es una de las mejores actividades que se realizan en Laponia. Incluso para los marinos y personas que hayan navegado, ver como este buque de 3.500 toneladas maniobra entre el hielo y la facilidad con la que cambia de marcha adelante a marcha atrás (gracias a un embrague magnético) sorprende también a los más experimentados pues el rompehielos Sampo se fabricó en el año 1960. El rompehielos Sampo puede romper el hielo de hasta 120 centímetros de grosor.
HISTORIA DEL ROMPEHIELOS SAMPO
Operando desde el puerto de Kemi, el rompehielos Sampo empezo su singladura a principios de los años 60 y durante 25 años estuvo abriendo canales entre el hielo para que los buques mercantes pudieran navegar durante el invierno. Con el paso de los años, los buques mercantes ampliaron su ancho de manga (anchura del buque) y el Sampo se quedo pequeño. Después de un tiempo sin operar se decidió utilizar el Sampo como una atracción turística y fue restaurado para adaptarlo a las necesidades de su nueva utilidad. En 1987 el rompehielos Sampo empezó su nueva tarea y muy pronto se hizo popular entre los finlandeses y así poco a poco se ha convertido en una de las principales atracciones de Laponia atrayendo a cientos de turistas cada año.
LA EXPERIENCIA EN EL ROMPEHIELOS SAMPO
La experiencia que se vive a bordo del rompehielos Sampo es única en Europa, pues solo en el mar Báltico se puede realizar esta actividad. Cuando llegamos al muelle del puerto de Kemi donde se encuentra el Sampo, los oficiales del buque nos dan la bienvenida y tan pronto estamos todos dentro el buque empieza la maniobra de salida y en pocos minutos nos encontramos navegando a través del hielo. Dentro del buque un amable guía nos muestra todas las dependencias del rompehielos donde la sala de maquinas y el puente de mando se llevan la máxima atención, mientras el guía nos explica los detalles más técnicos y curiosos del funcionamiento de un rompehielos.
Durante el tiempo que dura el crucero se puede pasear por todo el buque y somos libres de visitar por nuestra cuenta todas las dependencias, a excepción, claro, de los camarotes privados de la tripulación. La experiencia con el Sampo es muy recomendable.
También en las 4 horas que dura el crucero hay un tiempo para el almuerzo. Comer dentro del rompehielos Sampo es placentero pues el buque, a pesar de ir navegando, apenas se mueve y los platos típicos de Laponia a base de salmón y reno los cocinan deliciosos.
Después del agradable almuerzo el rompehielos se queda embarrancado a propósito en el hielo para que la gente baje y pueda caminar por el hielo y quien lo desee pueda ¡bañarse!, si, el baño en el agua casi helada es una experiencia muy excitante.
BAÑARSE EN EL MAR BÁLTICO
Si navegar por el mar helado es ya de por sí una experiencia excepcional, bañarse en el mar helado es total. Cuando el rompehielos Sampo se queda embarrancado en el hielo hace una maniobra para que la popa (parte trasera) del buque se quede casi libre de hielo y así nos podamos bañar con un traje estanco de esos que se usan para la supervivencia en el mar. Estos trajes además de mantener nuestro cuerpo caliente nos dan flotabilidad. Para entrar y salir del agua un guía nos ayuda.
Dentro del agua la sensación es impresionante. El frío se nota en la cara pero nosotros estamos calentitos dentro de traje. Esta actividad es totalmente segura y no es necesario saber nadar. También, ya que estamos, podemos beber un poco de agua del mar Báltico y comprobar que no es muy salada, esto se debe a la gran cantidad de ríos que desembocan en él, y esta escasa salinidad es motivo por el cual este mar se congela con facilidad.