Terminamos nuestro recorrido por esa Finlandia que se puede disfrutar con los cinco sentidos por la recomendación más sabrosa de todas de cara al fin de semana, una comida típica finlandesa representada en especial por dos platos distintos pero que si se combinan resultan aún más apetecibles: los arenques a la parrilla y las denominadas patatas finlandesas. Si tienes un hueco en tu agenda de cara a estos dos días de descanso, no tienes más que comprar los ingredientes necesarios, seguir los pasos propuestos en estas recetas y preparar una velada típicamente finlandesa para ti y para toda tu familia.
El pescado, debido a la cantidad de lagos que existen en el país, es uno de los alimentos más preciados a la par que fáciles de conseguir de Finlandia. Entre ellos el arenque, al igual que pasa en cualquier país nórdico, es uno de los más celebrados y se incluye en la elaboración de muchos platos típicos.
Aunque si de comerlo de la forma más pura se trata, los arenques a la parrilla suelen ser uno de los platos más sencillos de preparar pero también de los más sabrosos. Para ello sólo tenemos que limpiar el pescado cuidadosamente, quitarle las espinas si nos molestan demasiado (cosa muy recomendable si lo van a comer los más pequeños de la casa) y asar a la plancha o en una parrilla.
Imagen de Elle.es
Mientras terminamos de asarlos, podemos ir preparando una salsa compuesta por nata y mostaza que posteriormente uniremos a los arenques ya totalmente cocinados. Si queremos que el pescado coja todos los aromas y sabores de esta original salsa, es recomendable que los horneemos de forma conjunta a la máxima potencia durante unos 5 o 10 minutos.
Si queremos acompañar este plato principal con unas buenas patatas a la finlandesas, podemos hacerlas rápidamente y de forma muy sencilla lavando las patatas enteras y cubriéndolas con papel de aluminio. Después procederemos a hornearlas lentamente durante aproximadamente una hora. Mientras terminan de hacerse, prepararemos la salsa con la que luego las acompañaremos, compuesta por cebolla picada y nata líquida. Una vez hornada la patata, lo único que tendremos que hacer será realizar un profundo corte y rellenarla de dicha salsa para que coja todo su sabor.
¡Buen provecho!
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