La primera noche de nuestra estancia y gran parte del día siguiente la pasamos en Kakslauttanen, un complejo hotelero y turístico al que no le falta de nada (y cuando decimos nada es nada) situado a las afueras de Saariselkä.
Este complejo, creado por Jussi Eiramo y situado cerca de un entorno tan relajante como el parque nacional Urko Kekkonen, ofrece distintos tipos de alojamiento para sus huéspedes según sus necesidades. De todos ellos te hablaremos de forma mucho más pormenorizada en próximos días para que puedas tener una idea mucho más completa de lo que ofrecen, pero hoy te ponemos los dientes largos dándote unas breves pinceladas sobre el sitio.
Los más comodones pueden optar por dormir en una de las treinta y tantas cabañas de madera que podemos localizar en el recinto. Todas ellas con calefacción, con una decoración muy rústica y atractiva realizada toda en madera y con el encanto que da tener una sauna en nuestro propio baño.
Los más aventureros y los que no teman el frío, pueden optar por dormir en uno de los veinte iglús de nieve que hay en Kakslauttanen. Su temperatura nunca es superior a los tres grados bajo cero, aunque nos proporcionan ropa especial para poder dormir a esas temperaturas.
Para los que viajen hasta allí buscando las auroras boreales, les recomendamos que opten por dormir en uno de los veinte iglús de cristal del complejo: con espectaculares vistas, baño incluido y calefacción.
Kakslauttanen se completa con un restaurante, saunas y una capilla y restaurante esculpidos en hielo que se pueden alquilar para celebrar una auténtica “boda blanca”.