Puede que Karelia salga en los mapas de todos aquellos turistas que se deciden a emprender un viaje hasta Finlandia pero lo habitual es que este no sea uno de los destinos de su viaje. Si esto se cumple sería una verdadera pena, ya que Karelia y sus lagos bien valen un alto en nuestro camino.
Y es que son pocos los que visitan Karelia simplemente por el desconocimiento de la zona. No en vano, podríamos decir que esta es la región más particular de todo Finlandia debido a su ubicación, ya que se encuentra pegada a la frontera de Rusia, lo que la ha determinado tanto histórica como culturalmente.
Pero más allá de los rasgos de la cultura rusa que todavía nos encontramos en Karelia, también es importante reseñar que se encuentra en plena región de los lagos, una de las más atractivas para el visitante medio que se dirige al centro de Finlandia en busca de la más extrema naturaleza.
Y es que los paisajes de Karelia, junto a sus numerosas iglesias ortodoxas son las mayores señas de identidad de un área que no por desconocida es menos atrayente.
Además, en la zona de Karelia, en cuanto llega el frío y, con él, las primeras nieves es posible realizar los típicos deportes invernales en el área, tales como los trineos de renos o de huskies y lanzarnos a la aventura con las motos de nieve.