Que te vengan amigos a visitar desde España es lo que tiene, que al final tienes que enseñarles todo lo que el destino ofrece y aun más. El otro día os hablaba de la excursión en raquetas de nieve que hicimos en Saariselkä, y hoy os traigo nuestro super viaje de dos días en moto de nieve entre Rovaniemi y Luosto, con vuelta a Rovaniemi.
El viernes pasado llegaron Silvia y Alex al aeropuerto de Rovaniemi a las 22h, y después de disfrutar una botellita de buen tinto acompañada de productos ibéricos que viajaron en sus maletas, nos fuimos a dormir. Vice llegó por la mañana, a eso de las 8:30. Y a las 9:30 ya estábamos los cuatro subidos en las motos.
La idea era alquilar unas motos algo menos potentes dada la falta de experiencia de Alejandro y Sil. Finalmente no fue posible pero no fue un problema: apenas 20km de conducción sobre el río congelado primero y por el bosque después, y los casi 120 caballos de nuestras Lynx Rave 600cc estaban más que domados. La suerte nos acompañó, y nos encontramos la salida de Rovaniemi con una pista perfecta, que acababa de ser arreglada por la máquina, lo que ayudó a coger confianza rápidamente sobre las máquinas.
El viaje continuó durante unas horas cruzando ríos y bosques antes de llegar hasta la gasolinera de Käyrämö, donde paramos a comer y a repostar. Desde allí unas horas más y algún que otro lago hasta nuestra cabaña de madera en Luosto. Cerveza fría, sauna y una buena cena antes de dormir. El día siguiente sería largo y nos esperaba el mismo recorrido de vuelta, con alguna desviación extra para subir a un par de páramos con unas vistas increibles que te hacen parecer muy pequeño en mitad de ningún sitio.
Nos os perdáis el vídeo sobre nuesta aventura 🙂
Los últimos kilómetros siempre se hacen más pesados, y tras dos días y más de 300km en moto la espalda empieza a pedirte que pares. Un par de paradas, en algún refugio en forma de cabaña una vez, y otra en un lavu (construcción de madera parcialmente abierta), y ya estábamos de vuelta en Rovaniemi.
Y como siempre, tras un día sobre la moto y en la naturaleza salvaje de Laponia, lo mejor es relajarse dándose una sauna, mientras disfrutamos de otra cerveza bien fría y comentamos nuestra última aventura.