Otro fin de semana fantástico. Y es que hay que aprovechar ahora que el invierno toca su fin y los días de nieve empiezan a contarse con los dedos de… bueno, de dos manos y un pie y medio. Además, en estas fechas tenemos días largos: no se hace de noche hasta las 19.30 y las mañanas pueden empezar a aprovecharse desde las 5:30. Así que contamos con días largos para pasarlo muy bien.
Llegó el viernes y me despedí de mi mujer: «Me voy de marcha a la playa». Y me fui junto con mi amigo Álex hasta un poco más arriba de Oulu. Àlex es el responable de Polar Guide and Logistics y el organizador de la ultramaratón invernal Rovaniemi150, y este tipo de aventuras es algo habitual en su trabajo.
El viernes dormimos en la furgo y el sábado a primera hora ya estábamos caminando sobre el mar Báltico congelado.
Álex iba con esquís de travesía. Yo empecé caminando y a las tres o cuatro horas, cuando el sol empezó a calentar la nieve y a hacerla algo más blanda, me puse las raquetas. Los dos tirábamos de pulkas con el material que necesitaríamos para un día y medio en mitad de la nada.
A los diez kilómetros de travesía llegamos a la última isla antes de que el mar se abriera hasta el infinito frente a nosotros. A decir verdad, la costa de Finlandia nunca la perdimos de vista y la dejamos entre 15 y 20km de distancia. Cuando quisimos adentrarnos más hacia el oeste, nos encontramos con el canal abierto por los rompehielos para permitir la navegación de cargueros en la zona. Siendo así, ese canal haría de frontera hacia el oeste durante nuestra travesía.
Seguimos andando otros 10 km más hasta que decidimos plantar la tienda, y prepararnos para pasar la noche. Mientras cenábamos algo caliente después de todo el día, y derretíamos agua para el día siguiente, el sol nos regaló un atardecer precioso justo frente a nuestra tienda. Y como colofón, un rompehielos abriendo camino a un cargero pasó justo delante (bueno, a unos cientos de metros) de la puerta de nuestra tienda.
El día siguiente amaneció tan bien como el día anterior. Recogimos la tienda sin ninguna dificultad, pues incluso el poco viento que tuvimos la jornada anterior había desaparecido. El resto del día lo dedicamos a andar sin apenas paradas hasta el punto de partida. A la 1 de la tarde estabamos de vuelta tras haber completado unos 40km en total.
El año que viene tengo que buscar tiempo para hacer la travesía completa entre Oulu y Kemi, de unos 100km. Si te gustan este tipo de experiencias, esta es muy, muy recomendable!