El verano en Finlandia, en todas sus acepciones, no comienza hasta la llegada de la festividad de San Juan. Y es que durante el solsticio de verano cuando todos se olvidan del mal tiempo y de las nieves para comenzar a pensar en los meses más cálidos y activos de todo el año del país nórdico.
Es precisamente el día 23 de junio cuando la mayor parte de los finlandeses optan por refugiarse en sus casas de campo para poder vivir una experiencia ligada de forma ineludible con la naturaleza.
Y es que lo ideal en Finlandia es pasar la noche del 23 o frente al mar o frente a un lago. De este modo es posible disfrutar de la forma más plena posible de las hogueras que se realizan por San Juan (o Juhannus, como se denomina allí).
Junto a esto, también es típica la colocación de dos abedules a los lados de la puerta principal de la casa, con la finalidad de dar la bienvenida a todas las visitas que llegan hasta allí. A la hora de calentar la sauna, estos abedules servirán para crear una escobilla, algo típico de esta festividad.