El complejo hotelero de Kakslauttanen no solo nos convenció gracias a la cantidad y variedad de opciones de alojamiento que nos ofrecía. También intentó y consiguió conquistarnos por el estómago mediante una cena repleta de productos típicos difícil de olvidar.
Kakslauttanen cuenta también con una amplía variedad de restaurantes que van desde lo más convencional hasta lo más puramente finlandés. En cada uno de ellos, los platos que podemos disfrutar están configurados por productos típicos de la zona dependiendo de la época en la que viajemos hasta allí.
De este modo podemos elegir entre comer en un restaurante de hielo (abierto desde diciembre o enero hasta finales de abril y que cuenta con capacidad de hasta 150 personas), en el restaurante Kota (con capacidad para cincuenta personas y en el que nos ofrecen una velada completamente lapona), con el Smoke sauna restaurant (con capacidad para noventa personas y en el que se combina la experiencia culinaria con la de tomar una auténtica sauna tradicional) y el restaurante principal del complejo.
Nosotros cenamos en este último, decorado en madera y con un ambiente íntimo a pesar de ser el que cuenta con una mayor capacidad (hasta para 160 personas). Arrancamos nuestro menú finlandés con una crema con reno picado (una carne poco grasa pero con un sabor muy fuerte) y terminamos con un helado de frutas del bosque.
Pero el verdadero rey de la velada fue el salmón al grill preparado a fuego lento en la chimenea personalmente por el dueño del complejo y cuya preparación simplemente es un gusto en sí misma. Nos lo sirvieron recién sacado, con un toque de eneldo, una crema de setas y verduras y patatas cocidas. Sin lugar a dudas, se trataba del mejor salmón que he probado hasta el momento por lo que vale mucho la pena disfrutarlo en tu visita a Kakslauttanen.