Qué divertido es convivir con la nieve. En Finlandia, donde vivo y convivo con la nieve, estamos más que hechos a esta rutina.
Las máquinas quita nieves pasan por todas las carreteras y caminos; nos vestimos por capas, sin olvidar jamás los calzoncillos largos o los leotardos;cambiamos las ruedas de los coches dos veces al año, poniendo neumáticos de invierno cuando amenazan las primeras nevadas. Estos neumáticos se diferencian de los normales por llevar unos pequeños clavos indispensables para controlar el coche en hielo; enchufamos los coches para alargar la vida de las baterías y para mantener caliente los fluidos del motor e incluso el interior del coche; en las aceras se esparce gravilla para que el peatón no resbale; en las carreteras del sur del país se usa sal para evitar las placas de hielo. En el norte, la sal atraería a los renos que vendrían a comerla, convirtiéndose en un peligro extra para conductores, con lo que en su lugar se usa gravilla; en algunas zonas los vecinos cuidamos de limpiar de nieve nuestra parcela y áreas comunes de la comunidad; tenemos triple ventana en las casas para aislar nuestro hogar de las temperaturas extremas; disfrutamos de ella haciendo esquí de fondo o alpino, patinando sobre hielo, paseando con raquetas, pescando en hielo, conduciendo motos de nieve…
Cosas cotidianas para convivir con la nieve en Rovaniemi, donde vivo. Este año la nieve llegó a primeros de octubre y nos acompañará, como siempre, hasta mediados de abril. ¡A disfrutarla!
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