Después de una jornada llena de aventuras en Saariselkä, la segunda noche de nuestro viaje nos alojamos en lugar muy distinto al que habíamos estado en Kakslauttanen. Abandonamos las cabañas para poder dormir en una habitación doble del Tunturi Hotel, cuya situación es privilegiada para todos aquellos que quieran disfrutar de unas vacaciones muy deportivas, debido a su cercanía con las pistas de esquí.
Este hotel contaba con habitaciones dobles y simples, todas ellas con baño completo con ducha y también con una zona de apartamentos, en los que se incluye también cocina y secador de ropa. Nosotros optamos por la primera opción y nos encontramos con un hotel muy tranquilo en el que los ruidos eran prácticamente inexistentes.
El complejo además cuenta con saunas, que tienen horario separado para hombres y para mujeres, pero ninguna de ellas cuadraba con nuestro ocupado plan de actividades del día y no pudimos probarlas. La reserva de habitaciones incluye un desayuno buffet para reponer fuerzas antes de empezar un nuevo día.
La única pega que le podríamos poner a este hotel es que, al estar los distintos edificios donde están las habitaciones, muy separados, no es complicado que en un despiste acabes en la otra parte del complejo. Por lo que nuestra recomendación es que, a la hora de realizar el check in, hagas buen caso de las indicaciones que te dan para llegar a tu habitación para no tener problema.