Javier Megias ha realizado en su blog un interesante análisis en el que compara, de forma exhaustiva, las diferencias educacionales entre países tan opuestos como España y Finlandia y que os resumimos a continuación. El país nórdico es uno de los más competitivos en cuanto a educación se refiere, lo que posteriormente reincide de forma positiva en su modelo de trabajo tan competitivo como innovador.
Según Javier Megias el gasto en educación en España y en Finlandia es similar (dentro del la media que marca la OCDE) hasta la llegada de la educación superior, donde Finlandia realiza un gasto considerablemente más elevado. Las horas dedicadas a formación en educación secundaria también son bastante similares a las de nuestro país.
Después de este descubrimiento, Megias concluye que lo que realmente incide en este éxito es la calidad y no la cantidad, lograda en Finlandia gracias a la búsqueda constante de la uniformidad en el grupo que, al contrario de lo que ocurre en España, busca que todos sean igual de buenos como el mejor en lugar de intentar acercar al alumno general a la media del grupo.
Por lo visto, en este éxito influyen de manera decisiva características como la estabilidad, en contra a los cambios educativos constantes que ha sufrido España en los últimos diez años, y un profesorado, entre el que encontramos también un alto sentido de la competitividad en su puesto de trabajo. Llegar al puesto de profesor en Finlandia es algo que requiere mucho esfuerzo, por lo que los profesionales del sector están especialmente preparados.
La forma en la que se realizan las clases en Finlandia parece que también tiene mucho que ver con el éxito de su educación. Un ambiente muy participativo es la clave y se busca el éxito personal de cada uno de los alumnos. La importancia de los padres en la educación de sus hijos y su colaboración constante con el profesorado, parece que también forma parte de las claves de éxito de el sistema finlandés.