Durante los días de verano, en Lapona se respira un ambiente tranquilo. Las noches iluminadas por el Sol de medianoche se envuelven de silencio mientras el horizonte se tiñe de diferentes colores a medida que el Sol se eleva hacia el más allá.
El Sol de medianoche no siempre se deja ver, pero siempre molesta a quienes necesitan la oscuridad para poder dormir. Por otro lado la luz continua que aporta el Sol de medianoche, inyecta energía a las plantas y a un indefinido numero de personas, entre las cuales me confundo. Gracias al Sol de medianoche crecen con fuerza las patatas (un tubérculo básico en la dieta de los finlandeses) y maravilla la vista al ver como ha evolucionado nuestra planta favorita, o las ramas de cualquier árbol, en el transcurso de una sola noche.
La noche de San Juan en Laponia
lgual que en toda Finlandia y en muchas otras partes del planeta, la noche de San Juan se celebra en Laponia. Noche mágica, especial, donde el fuego tiene un protagonismo insuperable y dependiendo de la zona, las hogueras en la orilla de ríos y lagos se divisan y absorben cual fuente de energía.
Y es que en Laponia se supera, gracias al poder y la fuerza que transmite del Sol de medianoche. Vivir durante las 24 horas bajo la luz del astro rey puede ser incomodo para muchos, pero nunca durante la noche de San Juan si esta se vive en Laponia.
El Sol de medianoche
El Sol de medianoche se produce durante los meses de verano cerca de los Polos, allí donde el Círculo Polar Ártico y Antártico empiezan. Se llama así, por una razón obvia y es que el Sol no desaparece por la noche, tras el horizonte, durante unos cuantos meses. Tiempo que puede variar según la latitud. El Sol de medianoche, es el efecto opuesto a la noche polar, periodo en que no se ve el Sol o se ve muy poco dependiendo de la latitud.
A que se debe el Sol de medianoche
Este efecto, o fenómeno, del Sol de medianoche, es consecuencia de la inclinación de nuestro planeta en cuanto a su eje. Es decir, la Tierra no gira sobre un eje vertical, sino inclinado (a 23,5º) y esta característica provoca que al girar en órbita alrededor del Sol, ciertas áreas reciban más o menos luz en diferentes épocas del año, lo que provoca una alteración en el tiempo que dura el día y la noche. Esta alteración de la inclinación del eje de la Tierra también es la causa del fenómeno de las estaciones.