Descubriendo Laponia: Rovaniemi

Este viaje superó todas nuestras expectativas. A pesar de toda la información que habíamos recopilado antes de partir, los valiosos consejos de Julián y toda la información que este Blog nos proporcionó, todo lo que nos encontramos al llegar fue una sorpresa maravillosa: desde la ciudad de Rovaniemi tipo “Doctor en Alaska” hasta la exquisita comida local, pasando, por supuesto por la gran cantidad de actividades y excursiones que puedes realizar por allí, para todos los gustos y para todos los públicos, y bastante exóticas (al menos para nosotros).

Elegimos Laponia porque era un destino que nos aseguraba la nieve en esas fechas, aunque no al cien por cien. A pesar de ser bastante friolera, puedo asegurar que con varias capas de ropa es posible disfrutar del frío. Como dijo alguien: “no hay mal clima, sino ropa equivocada”. Además, ya teníamos experiencia de una pequeña escapada anterior a Oslo, en la Navidad de 2010, donde las temperaturas alcanzaron los -19oC a la fuerza del día. Sabíamos que el frío no sería un problema.

Como estamos acostumbrados a viajar por nuestra cuenta (siempre que el destino lo permite), nos pusimos manos a la obra en Internet, y buscando información sobre Laponia, tropezamos con el Blog de Julián, que acabó de convencernos que era el destino que buscábamos para nuestras mini-vacaciones especiales. Toda la información que aparece en él es útil para preparar el viaje, y además, Julián te proporciona información personal, que acabó por resolver todas nuestras dudas. Nosotros viajábamos con dos niñas de 8 y 12 años, y, salvo la visita a Santa Claus Village, teníamos nuestras dudas respecto a otras actividades, por ejemplo, las motos de nieve, que luego resultaron ser divertidísimas.

Los vuelos los reservamos por internet por nuestra cuenta, y por medio de Julián, el hotel y todas las actividades, que realizamos con Lapland Safaris.

Antes del viaje

Nuestra mayor preocupación en las semanas previas del viaje era si la nieve aguantaría hasta principios de abril. Casi a diario estuvimos consultando la temperatura y el estado del tiempo en Finlandia, e incluso nos conectábamos a menudo a las webcam que hay por toda la ciudad de Rovaniemi, lo que nos permitió ver la temperatura y la nieve de las calles en tiempo real… Os lo recomiendo: https://www.rovaniemi.fi/Kansainvalinen_sivusto/English/Webcam.iw3

También os aconsejo que veáis los vídeos donde Julián explica cómo vestirse para disfrutar del frío. Al principio te parece exagerado, pero te aseguro que luego no te sobra nada. También nos resultó muy útil el vídeo sobre cómo viajan los niños en moto de nieve, porque, como ya os he dicho antes, teníamos nuestras dudas. La verdad es que el blog de Julián es muy completo y una referencia inexcusable para viajar a Finlandia. ¡Muchas gracias Julián!

…Y llegó el gran día: 3 de abril de 2012

Nuestro viaje empezó algo torcido por culpa de los controladores aéreos franceses, que decidieron hacer una (otra) huelga en semana santa. ¡Qué casualidad! Resulta irónico en nuestro caso, ya que cuando planeábamos el viaje, programamos los días cuidadosamente huyendo de la huelga que por aquellos entonces estaba programada por los pilotos de Iberia… está claro que si te toca, te toca. Este pequeño contratiempo provocó que perdiéramos el vuelo entre Helsinki y Rovaniemi, y que nos hubiera permitido llegar a nuestro destino antes de las seis de la tarde; pero como en Finlandia son muy organizados, nos estaban esperando en el mostrador de Transfer del aeropuerto de Helsinki, para reubicarnos en otro vuelo, que despegaba cuatro horas después rumbo al paraíso. Al menos pudimos llegar ese mismo día, porque de haber tenido que pasar la noche en Helsinki, habríamos perdido la excursión (aquí las llaman safaris) que teníamos programado para la mañana siguiente.

Finalmente llegamos a Rovaniemi, después de un vuelo nocturno sobre un paisaje nevado. Para llegar al Hotel cogimos el Airport Expres que te recoge de la terminal del aeropuerto y te deja en la puerta misma de tu hotel. Nosotros nos alojamos en el Santa Claus, un buen hotel de 4 estrellas situado en el centro de la ciudad. Era bastante tarde, más de las diez de la noche, pero no pudimos resistir la tentación, así que abrimos las maletas, sacamos los gorros, los guantes y las botas, y salimos a dar una vuelta por la ciudad completamente nevada, y hacer las primeras fotos. ¡Ya estábamos aquí!

Al día siguiente amanecimos a una temperatura de -16oC, así que procedimos a vestirnos de acuerdo a estas circunstancias, a capas, varios pares de calcetines incluidos, y nos dirigimos al punto de encuentro de Lapland Safaris para comenzar con las excursiones-actividades-aventuras. Allí nos acorazamos con otro par de calcetines, mono de nieve, pasamontañas, casco y guantes de piel de reno, todo ello suministrado por la empresa que organiza los safaris. Por supuesto, te acompaña en todo momento un monitor, que el primer día tuvimos la suerte de disfrutar en solitario. Un saludo a Hannu!!

La visita a Santa Claus Village es obligada si vas con niños, como era nuestro caso, pero no resultó todo lo inolvidable y emocionante que he leído en otras experiencias de viaje… pero es que nosotros somos de la competencia (Melchor, Gaspar y Baltasar). Nos resultaba difícil transmitirles a nuestras hijas una ilusión que nosotros no hemos saboreado en nuestra infancia, así que la visita pasó sin pena ni gloria. Nos hicimos una foto con Santa Claus, preciosa eso sí (el elfo-fotógrafo es un artista) y cara también, aunque tengo que reconocer que todo está muy bien organizado, y el lugar resulta bastante acogedor, aunque muy artificial. Conocimos por fin a Santa que nos pareció sumamente entrañable. El paraje es precioso y si nos descuidamos tenemos que rescatar a las niñas de la nieve, que alcanzaba 130 cm en algunos sitios. Realmente nos emocionó más pensar que estábamos en el Círculo Polar Ártico… por cierto, también existe una webcam en ese punto concreto:

Si viajas a Rovaniemi, imprescindible:

– Safaris de motos de nieve, divertidísimas, y aunque conducirlas no es tan fácil como lo pintan, cuando ya llevas un rato ganas confianza y entonces, comienza la aventura. Los ríos y los lagos en esta época del año tienen aproximadamente 70 cm de hielo, y se convierten en auténticas carreteras, con su señalización incluida. Eso, y el paseo a través de los bosques nevados hacen de ésta, una actividad sencillamente espectacular.

– Safaris con trineos tirados por renos y por perros Huskys. También muy divertidos. Nosotros llegamos con las motos de nieve a través de los bosques a las granjas situadas en lugares remotos, y el paseo con los trineos lo realizas a través de unos circuitos totalmente seguros por el bosque. Tenéis que probar el zumo de bayas, una bebida caliente que te ofrecen en cada parada, al calorcito de una hoguera y que es perfecta para entrar en calor.

– Safari nocturno en busca de las Auroras Boreales. No tuvimos suerte porque la noche no era muy propicia a la visualización de este fenómeno magnético luminoso, pero os aseguro que conducir las motos por la noche, a través de los bosques nevados ya es toda una experiencia.

– Paseo por el río Kemijoki completamente helado y cubierto de nieve en tus tardes libres. Las horas de luz que ya hay en esta época del año, nos permitieron alargar el paseo hasta bien entrada la tarde. Otra de las opciones que tienes para disfrutar la tarde, haciendo algo sumamente típico y original es disfrutar de una auténtica sauna finlandesa, presente en prácticamente todos los hoteles y cabañas de la ciudad.

– Museo Artikum. Perfecto para todos los públicos. Interactivo en algunas de sus salas. A nosotros nos encantó. Realmente no sabíamos que era tan interesante y nos reservamos la mañana del último día, antes de coger el avión, para su visita, y he de admitir que nos faltó tiempo para poder saborear toda la información que te ofrece. Especialmente impactante una foto de una Aurora Boreal en cada uno de los polos de la tierra tomada desde el espacio. ¡Alucinante!

– Y por último, aunque no menos importante, el safari gastronómico, como nosotros lo llamamos, es decir, la degustación de especialidades laponas, que para eso estamos aquí. En Rovaniemi hay varios restaurantes lapones, de los cuales visitamos dos de ellos.

En el Nili disfrutamos de una excelente cena a base de reno, sopa caliente, salmón ahumado en nido con ensalada, entre otras cosas, y de postre, una torta de queso típico cocinado con mermelada. Además, nos sirvieron rapidísimo y en todo momento con la sonrisa puesta. La última noche cenamos en el restaurante del hotel Santa Claus, el Gaissa y también nos encantó. En este caso elegimos un plato muy completo a modo de degustación de especialidades Laponas, todas excelentes, y de segundo elegimos una variedad de pescados de río.

Otra de las noches cenamos unas salchichas asadas por nosotros mismos junto a una hoguera, en medio de la nada. Esta ocurrencia formaba parte del safari nocturno y resultó muy divertida.

Y aquí os dejo una muestra de nuestro safari gastronómico.

Si con todo esto no tenéis suficientes aventuras, podéis desplazaros a Kemi, a unos 120 km al suroeste de Rovaniemi, donde te espera el Castillo de Nieve, que incluye una capilla, restaurantes, bar y un hotel de 14 habitaciones, suite incluida, y ¡cómo no!, el crucero sobre el Rompehielos Sampoo.

Pero esto lo podéis dejar para otra ocasión, así tenéis una excusa para volver…