Esta excursión en busca de las nieves la preparé como una sorpresa para el dia de Reyes. Fueron seis dias, creo que suficiente para conocer un poco esta zona y siempre queda poder volver otra vez el próximo invierno.
Volamos con Finnair. Esta Compañía nos pareció muy funcional. El servicio en el avión fué correcto aunque encontramos que la comida era un poco pobre ya que para comer nos dieron un bocadillo frio, eso si nos pasaron bebidas varias veces. Los horarios sorprenden un poco ya que nos sirvieron el bocadillo a las 11,30 de la mañana. En principio creímos que era un desayuno. Después ya en tierra vimos que los horarios funcionan muy diferente de los españoles. Comida de las 11,30 a las 13 horas más o menos. Cena, a las 5,30 de la tarde habia gente cenando. Nos adaptamos bastante. Comida a las 12,30, cenas a las 7,30. No fué difícil.
Estuvimos dos noches en Helsinki y pudimos pasear y conocer un poco la ciudad. Vimos el mar congelado, con los barcos. Paseamos con el tranvia y vimos algunos de los edificios más significativos. El tiempo fué bueno, la temperatura no era muy baja aunque nosotros íbamos bien abrigados. Vimos que los servicios son bastante caros: los restaurantes (la comida era buena y abundante, se pueden compartir platos). La ropa también es cara y la comida del mercado sobretodo frutas y verduras también. Ya lo habiamos leido pero siempre te impacta cuando lo vives. Viajamos en metro y nos llamó la atención que las bocas de metro estan en edificios. Entras en un portal y además de tiendas y lugares para comer hay la estación.
Subimos a Saariselkä y estuvimos tres noches. Nos gustó ver la nieve tan pulcra. En España yo no la he visto igual. Allá aunque pasen coches, que pasan, pués la nieve continua blanca, no se ensúcia. Los árboles estaban con grandes bolas de nieve y los troncos completamente blancos. La nieve era como harina y no se podia hacer bolas.La temperatura tampoco no era muy baja, máxima 5º bajo cero aunque cuando soplaba el viento se notava un aire frío que te helaban las partes que no llevaras bien tapadas.. Nos comentaron que hacia 15 dias habían estado a 40º!. Nos apuntamos a dos excursiones con trineo tirado por renos. La primera fué diurna y nos paseamos por el bosque y para acabar nos invitaron a una cabaña y nos dieron te , café y bizcocho mientras nos exlicaban un poco como es la vida en aquellas latitudes y las diferentes utilidades que tienen los renos:piel, trabajo… La segunda fué nocturna. Parecía que podriamos ver la aurora boreal pero no fuimos afortunados. Fué una lástima, pero ya se sabe que no se pueden programar. Escogimos las dos excursiones en renos porqué pensamos que así era más natural y la verdad no nos defraudaron. Los renos son animales tranquilos y solo tuvimos un incidente al quedar medio enterrados por la nieve blanda y solo pudimos continuar cuando mi pareja bajó con alguna dificultad ya que el trineo estaba medio tumbado y yo debajo. Pero bueno, fué una pequeña aventura divertida. Lo que no nos gustó, fué que en la excursión nocturna, según el folleto que nos dieron, hacian un alto en medio del bosque con una fogata y asaban unas salsichas y se bebia té o café. La fogata, el té y el café estuvieron pero las salsichas no aparecieron, En su lugar nos dieron un par de galletas. Nos quejamos en Eraseti, que era la Empresa donde contratamos la salida y nos dieron una explicación un poco vaga pero no nos dieron una buena satisfacción. Pensamos que esto no es serio y lo explico para que las próximas personas que contraten con esta Empresa exijan un buen servicio. El Hotel Holiday Club, muy bien, está muy céntrico, las instalaciones estan bien y además tiene un spa que va pero que muy bien para relajarse. Estuvimos en el Bar Panimo, que es como una tasca y comimos un bol de sopa de salmón, patata, verduras, muy consistente, mas pan con mantequilla y agua, todo por 6 euros. También cenamos en Petronella, que estuvo muy bien. Lástima que no habia gente. Estabamos solos, muy íntimo. Aquí el precio fué más caro, unos 75 euros, los dos. Otra cena fué en Pirkon Pirtti, que parece que es de los mismos que el Petronella, aunque los precios son un poco más ajustados. Para mi gusto, el Petronella es demasiado. A nosotros nos gustó más el Pirkon. Se veia más del lugar, no era tan lujoso, era más rústico aunque no le faltaba el confort. Paseamos por la zona cada dia viendo las casitas, el bosque. Como recuerdo de que en la zona hay una mina de oro que parece que aún funciona y además algunas personas han encontrado algo de polvo en el río, mi pareja me regaló un pequeño reno de oro como colgante. Siempre recordaré este lugar. Como curiosidad, en Panimo, el dueño, nos dijo que hay personas que pagan la consumición con polvo de oro y nos enseñó algunos tubitos con polvo o pequeñas piedrecitas de oro..No sé si será verdad.
Fué un fin de semana largo que cumplió con nuestras espectativas.