La verdad es que hay que dejar un tiempo para poder procesar el cóctel de emociones y experiencias que supone un viaje a Laponia. Un viaje inolvidable para pequeños y mayores. Nosotros elegimos Catai, sabíamos de sus vuelos directos especiales desde Madrid y no lo dudamos esta Semana Santa. En 4 horas y media de vuelo directo estabamos en Ruka, a 15 minutos de las cabañas. El viaje fue perfecto desde el principio: ya en el aeropuerto un guía se presentó y nos acompañó durante todo el viaje, resolviendo todas nuestras dudas y siendo un gran apoyo con los niños.
La primera y grata sorpresa fueron las cabañas: el complejo de Rukan Salonki es excepcional, ¡con cabañas con unos troncos de madera enormes! Perfectamente equipada, ademas tienes tu sauna privada, todo un lujo para disfrutar después de las actividades. Y qué paisaje!!
Creo que es justo decir que este viaje Catai lo tiene perfectamente organizado, se nota sus años de experiencia en Laponia. Vas con las actividades y pensión completa, ¡no hay que preocuparse de nada! Hay momentos en los que se puede elegir alguna excursión opcional, nosotros añadimos la de esquí de fondo. Personalmente, no tenía ninguna experiencia previa y quedé encantada. Es fácil, permite disfrutar del paisaje y se puede hacer con niños ¡qué mas se puede pedir!
Y las actividades incluidas son increíbles: la sensación de libertad al conducir el trineo de perros husky, la adrenalina en los karts sobre el hielo (¡alucinante!), la potencia de las motos de nieve, aprender a pescar en el hielo… No hay palabras, cada actividad te sorprende más que la anterior. Además, lo bueno es que los grupos son pequeños, y además se dividen para las actividades, por lo que todo va rodado y es manejable, sin tiempos de espera. Y siempre hay actividades alternativas para los niños, por ejemplo, mientras los mayores disfrutan de los karts: raquetas de nieve, curling y trineos en todas partes. Con tanta nieve cualquier cuesta permite una divertida bajada!!
Y he dejado lo mejor para el final: la experiencia que supone esto para los niños. Tengo dos, de 6 y 3 años, y no creo que lo puedan olvidar nunca. Todo es una aventura, van en trineo a todas partes, ¡hasta ir a desayunar es divertido! Y han conocido al mismísimo Papá Noel en persona. Tuvimos la suerte de disfrutar de su compañía y de la de Mamá Noel en su cabaña de descanso, donde pasamos el día con ellos, le entregaron dibujos, cartas e hicimos galletas. Qué ilusión les hizo!!
No me quiero alargar mucho más, pero podria estar contando experiencias y anécdotas sin fin… Y además marzo es un mes estupendo, hay muchas horas de luz, la temperatura no es tan baja (con los trajes térmicos y las botas que te dan ni te enteras) y hay mucha mucha nieve. Nos hizo un tiempo estupendo (solazo) y vimos hasta auroras boreales.
Nada más!! Animad a todos los que tengan dudas a no pensárselo más, es un viaje que merece la pena 100%, creo que hay pocos lugares como éste.