Son muchos los turistas que viajan hasta Helsinki y se sorprender al ver una ciudad bastante más moderna de lo que estamos acostumbrados a ver en el resto de Europa y con una arquitectura bastante ecléctica entre la que nos sería complicado destacar algo. Pero precisamente, si hay un monumento que destaca por encima de todos en la capital de Finlandia es su catedral, esa que no puedes perderte por nada del mundo si viajas hasta Helsinki.
Y es que, junto con otras zonas representativas como el puerto de la ciudad o sus múltiples islas, a nadie le cabe ningún tipo de duda de que la Catedral de Helsinki es el mayor y más reconocible signo de toda la ciudad.
No en vano esta catedral está situada en pleno centro de la ciudad, en la plaza del senado, y se puede ver y distinguir perfectamente desde numerosos puntos de la capital debido a lo alto de su colocación.
Es por eso por lo que para llegar a ella es necesario subir una serie de escalones, en los que normalmente nos encontraremos a numerosos turistas tomando fotografías. Una vez pasados estos nos encontramos una impresionante catedral de carácter neoclásico y que fue ideada por un arquitecto que, para sorpresa de todos, resultó ser alemán: Ludvig Engel. Precisamente sus modificaciones también fueron llevas a cabo por otro arquitecto alemán, Ernst Bernhard Lohrmann.
Su construcción es bastante nueva, comparando esta catedral con otras situadas en países vecinos. Fue construida entre 1830 y 1852.