El sombrero de los cuatro vientos es el sombrero tradicional que engalana la cabeza de los hombres Sami. Este peculiar sombrero, se ha convertido en uno de los objetos más conocidos de la vestimenta Sami, seguramente dado a su peculiar diseño.
El sombrero de los cuatro vientos puede tener ciertas variaciones en cuanto al diseño, colores y materiales utilizados, siempre dependiendo de la comunidad Sami que represente, así mismo también hay diferentes maneras de acomodarlo a la cabeza.
En general, a pesar de ser un sombrero que llama la atención, son muchas las personas que desconocen su nombre y todavía son más, las personas que no saben que acerca de este sombrero se encierra una encantadora leyenda que suele ser del agrado de los turistas que tienen la posibilidad de escucharla. Sobre todo si esta es narrada por un chamán, dentro de su kota (tienda Sami tradicional) y al abrigo de un buen fuego de leña…
LA LEYENDA DEL SOMBRERO SAMI
Cuenta la leyenda que, hace muchos, muchísssimos años era imposible vivir en Laponia. Todos los vientos de nuestro planeta podían soplar a la vez, haciendo imposible moverse, o podían hacerlo intercaladamente: un día soplaba el frío viento del Norte y al día siguiente lo hacia el viento calido del Sur… Esto provocaba que de golpe Laponia amaneciera toda verde, soleada y calentita gracias al viento del Sur, pero al día siguiente el cielo estuviera cubierto de nubes, podía nevar y todo se congelase por culpa del viento del Norte.
Un buen día, llego a Laponia un hombre. Solitario, sin amigos, sin esposa y sin hijos. Un hombre que guardaba un secreto, pues era un chamán. A pesar de los vientos que soplaban, busco un buen lugar para instalarse y construir su cabaña. Cuando la terminó, encendió un fuego, cogió sutambory se puso a cantar yoiks.
El chamán cantaba y cantaba y sus yoiks atrajeron a los cuatro vientos: al viento del Norte, al viento del Sur, al viento del Este y al viento del Oeste. Entonces el chamán los invitó a entrar en su cabaña y los vientos se sentaron alrededor del fuego.
La cabaña era bien acogedora, calida y espaciada y así los vientos, tranquilos y relajados se durmieron. Por si alguien no lo sabe, cuando un viento se duerme se hace pequeño, muy pequeño.
El chamán puso más leña y el fuego se mantenía vivo y la cabaña seguía caliente y los vientos seguían durmiendo y poco a poco se hacían más pequeños, tan pequeños llegaron a ser que los cuatro vientos cabían en la mano del chamán. Entonces, el chamán se quitó el sombrero, que era redondo, y puso los cuatro vientos dentro.
Para que no se escapasen cerro su sombrero y con una cuerda ató a cada uno de los vientos por separado. Ahora tenia a los vientos bajo su control y esa noche ya no soplarían, y esa noche el chamán pudo dormir tranquilamente.
Al día siguiente, cuando los cuatro vientos se despertaron se enfadaron mucho y gritando decían al chamán que los dejase salir. A esto, el chamán les respondió: os dejaré salir si me prometéis que jamás volveréis a soplar todos a la vez y que lo haréis siempre de uno en uno. Los cuatro vientos aceptaron y prometieron la demanda del chamán.
Así pues el viento del Norte soplaría solo en invierno, el viento del Este en primavera, el viento calido del Sur soplaría en verano y el viento del Oeste soplaría en otoño. Gracias al chamán, desde entonces todas las personas y los animales pueden vivir en Laponia.
Despues de lo sucedido el sombrero del chamán, que era redondo, se deformo y quedo con cuatro puntas, lugar donde había encerrado a los vientos. Y así, para recordar la gesta del chamán, todos los hombres que vivan en Laponia usarán un sombrero con cuatro puntas, al que llamarán «El sombrero de los cuatro vientos«.
ARTESANÍA SAMI
Puntualizar que hay empresas que venden productos Sami falsos. Quienes deseen productos de artesanía autentica Sami, existe la etiqueta Sámi Duodji como garantía de calidad, aunque cierto es que en Laponia hay algunos artesanos Sami que no disponen de esta etiqueta. Para más información, se puede leer el articulo: La artesanía Sami en Finlandia.