Las temperaturas han bajado considerablemente estos últimos días y ni es recomendable, ni apetece salir a la calle por el mero hecho de pasear. Por esta razón ando buscando alternativas para no pasar el día metidos en casa y una muy buena es irse de museos. Helsinki cuenta en la actualidad con un total de once, todos ellos altamente recomendables, pero si lo que quieres es divertirte y pasar un buen rato al mismo tiempo que te empapas de cultura, te recomiento que vayas al Teatterimuseo. Yo estuve hace un par de meses e hice el ganso sobremanera 😀
El Museo del teatro está situado en el complejo cultural Cable Factory, en Ruoholatti, en el mismo edificio que el Museo Nacional de Fotografía de Helsinki, donde todavía queda un mes para disfrutar de la obra de Pentti Sammallahti, y que el Museo de Hoteles y Restaurantes, así que puedes matar tres pájaros de un tiro. Además el acceso es fácil puesto que la parada de Metro queda a un paso y casi en la puerta para el tranvía número 8 y, que me perdonen los usuarios autobuseros, pero ese transporte público no lo tengo tan controlado 😉
Lo interesante de este museo es que, además de contar con una exposición permanente de espectaculares trajes y complementos, elementos de atrezzo y maquinaria teatral, tiene varias secciones donde cada uno se conviertes en el protagonista de su propia función: una habitación llena de disfraces, atuendos y abalorios, un escenario con multitud de elementos para decorar la escena, un camerino donde probarte pelucas virtualmente, una pantalla de televisión donde usar inserciones croma, teatrillos con títeres… Y todo al alcance y listo para ser manoseado. Esta forma de interactuación hace que este museo sea idóneo tanto para los más pequeños, como para los que ya no lo somos tanto pero seguimos disfrutando de la vida como niños.
¡Se levanta el telón!